jueves, 31 de enero de 2013

Entiende y habla con los niños de 2 - 5 años


Los niños en edad preescolar necesitan decir "No"

"Para un niño en edad preescolar a veces 'no' no lleva la intención de comenzar una lucha de voluntades, sino que es simplemente una expresión del sí mismo. 'NO, déjame hacerlo sola. No, yo lo hago'. Es importante recordar que posiblemente el niño esté haciendo simplemente su trabajo de crecer y se esté diciendo "sí" a sí misma, en vez de "no" a usted."

Cómo se comunican ellos

Entre los dos y tres años, muchos niños en edad preescolar comienzan a utilizar oraciones más complicadas. Sin embargo, esto no significa que entienden todas las palabras de un adulto o los conceptos abstractos. De hecho, los niños en edad preescolar son a menudo pensadores muy literales e interpretan concretamente las ideas. Muchos están comenzando solamente a pensar lógicamente y entienden las secuencias de los eventos.
Los niños en edad preescolar aprenden que pueden utilizar ciertas palabras para decir lo que desean. Ellos han sabido por largo tiempo que las palabras de sus padres tienen poder sobre sus vidas y están al alba de cobrar conciencia de que también sus propias palabras pueden hacer una diferencia. Ellos crean significados más poderosos usando su vocabulario en vías de ampliación.
"No" y "por qué" se convierten en las palabras comunes para los niños en edad preescolar. El decir "no" es una manera que tiene el niño en edad preescolar para reclamar su espacio. Cuando dice "por qué" expresa su deseo de entender al mundo a su alrededor. "Por qué" también es una palabra que usan los niños en preescolar para cuestionar la autoridad. Detrás de la pregunta, están diciendo: "áPor qué tienes poder sobre mí cuando que lo que en realidad yo deseo es ser autónomo?".
A los niños en edad preescolar les gusta formar parte en las decisiones. Esto les da una sensación de tener el control de la situación y de independencia. Un niño en preescolar puede pensar: "Yo puedo tomar una posición diferente a la de mi madre /educadory eso me gusta" o "Al decir lo que quiero, me hace ser un niño grande".
Los niños en edad preescolar adoran imitar las palabras de la gente. Ellos remedan a menudo los comentarios, las frases y las declaraciones sofisticadas. A veces ellos emplean mal o exageran las frases, particularmente cuando juegan a aparentar o imaginarse algo. Un niño en edad preescolar puede decirle a un muñeco: "Eres tan malo que te vas a ir a la cárcel por 100 años!".
A los niños en edad preescolar les encanta oír y describir el mismo acontecimiento una y otra vez. Al decir y el escuchar las historias, los niños en edad preescolar comienzan a formarse sus opiniones sobre el mundo y la manera cómo ellos encajan en él. Dicen: "Cuéntamelo otra vez" porque el hecho de oír una historia muchas veces les da la sensación de seguridad y de estar a salvo. Cuando se les repite la historia, también se les permite que se imaginen otras posibilidades nuevas.
A los niños en edad preescolar les gusta inventar sus propias explicaciones. Esto les ayuda a darle sentido a las cosas que apenas empiezan a entender. Por ejemplo, un niño en preescolar puede explicar su tristeza respecto a la llegada del fin del invierno diciendo: "Cuando la nieve se derrite es porque el invierno está llorando". Los niños de este edad pueden también embellecer las historias haciéndose ilusiones.
Entre los tres y los cinco años, los niños en edad preescolar refinan su comprensión de la causa y el efecto. Los niños en preescolar de mayor edad pueden entender las explicaciones simples de causa y efecto tales como: "La medicina te ayudará a que te alivies" y "si comes alimentos sanos, crecerás grande y fuerte".
Los niños en edad preescolar también hablan a través de su cuerpo, sus juegos y su arte. De hecho, puede ser que la comunicación verbal no sea todavía la manera dominante cómo muchos de los niños en preescolar entienden el mundo o se expresan.

Cómo se comunica usted

Solucione los problemas jugando

A los niños en edad preescolar les gusta el juego y tres minutos de juego pueden ahorrarle diez minutos de batalla. El niño en preescolar rechaza irse, una pregunta como: Te gustaría esconderte bajo la mesa para que nadie vea que te escapas?- transforma una posible batalla en un juego. -Es mucho más divertido para ambos -y usted puede ahorrarse realmente tiempo!-

Préstele toda su atención a su hijo en edad preescolar. Incluso una rápida pero enfocada conexión puede llenar la necesidad que tiene de comunicarse. Si ella le dice: .-Juega conmigo- y usted no está disponible, puede ser que usted le explique por qué o le diga: .-Hoy he tenido un día difícil en el trabajo. Necesito tres minutos para cambiarme. Luego podré jugar contigo-. Los niños en edad preescolar pueden entender los sentimientos de usted hasta cierto punto y apreciarán su honradez.
Ponga atención a su tono de voz. Como la formación de oraciones es una experiencia nueva para los niños en preescolar, ellos pueden estar muy concientes de su tono de voz y del lenguaje corporal de usted.
Refleje y verbalice las emociones no habladas de su hijo. Esto ayuda a poner en palabras los sentimientos o sensaciones de su hijo o hija. Si ella no consiguió que le tocara su turno en el patio de juegos, usted podría decirle: .-Tenías ganas de ser la siguiente en jugar con la pelota, ¿cierto?- o .--Gúau, sí que estas enojada!-.
Incluya la ayuda de su niño en edad preescolar para resolver un problema. Por ejemplo, usted podría decir: .-¿Hay algo en esa película que te haya asustado?-. Si su hijo no contesta, usted puede seguir diciendo: .-¿Podría haber sido la mirada en la cara de ese personaje?-.
Ayude a que su niño en edad preescolar desarrolle la toma de conciencia de sus emociones. Incluso si hay una mala conducta usted puede hablar de esto junto con él. La mayoría de los niños en edad preescolar pueden entender una oración como: .-A veces, yo también me enojo. A mí me ayuda irme a otro sitio y respirar hondo unas cuantas veces.-
Ofrezca opciones limitadas. Los niños en edad preescolar cobran sentido de tener el control de la situación en sus manos al tomar sus propias decisiones. Usted podría decir: .-¿Qué quieres hoy, vestirte antes o después del desayuno?-.
No termine sus oraciones con un .-¿DE ACUERDO, OK?-, a menos que usted esté listo para que su hijo le diga .-No-. Al preguntarle si una actividad le parece ACEPTABLE puede propiciar una discusión muy larga e incluso dar pie a una lucha de voluntades.
Otorgue el deseo de un niño en preescolar usando la fantasía. Expresa tristeza porque tiene que compartir un juguete, usted podría decir: .-¿Te gustaría tener el juguete sólo para ti? ¿Qué harías con él?-. Al expresarle un deseo y hablar del asunto, an cuando no puede ser otorgado, el niño comienza a calmarse.
Cree oportunidades seguras para que los niños en edad preescolar le expresen sus sentimientos o emociones que viven en GRANDE. Por ejemplo, si el niño está extremadamente enojado, en vez de decirle: .-Deja de gritar- usted podría decir: .-Ve al baño y grita tan fuerte como puedas durante un minuto-.
No dé explicaciones de más. Las explicaciones simples pueden ser más eficaces que las largas discusiones. Si su hijo en edad preescolar está haciendo una rabieta, el abrazarlo o apenas quedarse cerca de él puede ser mucho más significativo que cualquier palabra que usted pudiera decir.
Fuente: www.educacioninfantil.com

Calendario del desarrollo psicomotor del niño hasta los 18 meses y hábitos de sueño


El bebé no solo aumenta de peso y talla, sino que también evoluciona motriz y psicológicamente. En este calendario encontrarás el momento aproximado en el que logran determinadas adquisiciones y hábitos de sueño.
Cualquier variación de estas pautas no supone una anomalía obligatoriamente, pero sí un motivo de consulta a tu pediatra.
1 mes
El bebé se pasa casi todo el día durmiendo y solo se despierta y llora si tiene hambre o se siente incómodo. Le tranquiliza oír tu voz. Si le colocas boca abajo apenas levanta la cabeza unos instantes.
2 meses
Permanece despierto más rato y se contentará con periodos cortos de sueño durante el día. Durante la noche los periodos de sueño se prolongaran 5-6 horas.
Le gusta mirarte a los ojos y si te mueves te seguirá con la mirada. Le empiezan a llamar la atención los objetos móviles y los colores vivos. Reconoce el sonido de tu voz y le gusta mucho la música. Cuando le hablas responde con sonrisas y sonidos.
3 meses
A esta edad el bebé ya es capaz de dormir 8-9 horas seguidas. Pero no te inquietes si no es así, lleva su tiempo adquirir la periodicidad del día y la noche.
Si te acercas mucho a él te puede tirar del pelo y tocarte la cara. Si le hablas emitirá sonidos. Empieza a controlar los músculos del cuello y a mantener la cabeza erguida. En este momento lo que más le llama la atención son sus propias manos. Se chupa los dedos y juega con ellos. Boca abajo se sostiene sobre sus brazos y levanta la cabeza.
Si a los 3 meses el niño no sonríe, no fija la mirada o no sostiene bien la cabeza consulta a tu pediatra.
4 meses
Esta empezando a ampliar su mundo a través de las vivencias y las gracias; comienza a intentar manipular objetos. Establece un lazo afectivo con las personas que le rodean.
Tu bebé se orienta hacia los sonidos y grita para llamar tu atención. Se ríe a carcajadas cuando juegas con él o le haces cosquillas. Si le muestras objetos intentará cogerlos. Y si se los pones en las manos es capaz de sostenerlos y llevárselos a la boca.
5 meses
Dormir bien favorece su crecimiento. El niño ha aprendido el hábito de despertarse a una determinada hora; que esto continúe dependerá de tu actitud. Utiliza tu sentido común, no te precipites enseguida, pero tampoco le dejes que llore mucho rato.
Agarrado con las dos manos se mantiene con el tronco erguido; afiánzalo con almohadones para que participe de la vida que le rodea. Si le dejas el sonajero lo hará sonar. Reconoce aquellos que están con él. Se lleva los objetos a la boca, de esta manera reconoce las cualidades del objeto.
6 meses
El bebé deberá haber adoptado los hábitos correctos de sueño: toda la noche y dos siestas, una por la mañana y otra por la tarde. Nunca interrumpas ni suprimas la siesta.
Se suelen despertar hacia la segunda mitad de la noche; pueden volver a dormirse solos pero es esencial para su tranquilidad que tenga un peluche. Si creas el hábito de tu presencia para mimarle o darle el biberón lo reclamará cada noche. Reflexiona.
Le gusta rodar de la posición boca abajo a la posición boca arriba. Coge los objetos fácilmente y se los pasa de una mano a la otra. Utiliza las dos manos por igual. Le gusta jugar con sus pies y sus manos, si le tiendes una mano se sentará. Hace gorgoritos y te contesta con balbuceos cuando hablas. Le gustan los juguetes musicales. Juega a dar objetos que tú debes coger con ternura ya que es tu forma de reconocerlo y valorarlo, luego te los reclamara y si se los quita de las manos se pondrá a llorar.
Si a los 6 meses no tiene interés, ni intención de coger objetos o bien no usa las dos manos consulta con tu pediatra
7 meses
El momento de irse a dormir debe ser tranquilo. Evita las despedidas interminables o el niño solo se dormirá en tu presencia.
Sentado sigue un poco vacilante y se apoya con las manos hacia delante. Si le das de comer algo que no le gusta cerrara la boca y no querrá comer más. Dice monosílabos ("ga" "ta" "da") y le gusta repetirlos. Le llaman la atención los objetos y los explora dándole vueltas con las manos.
8 meses
Reclama más tu presencia y llora porque le dejas con extraños. Le divierte tirar objetos para ver como caen y el ruido que hacen.
Quiere conocer su entorno y alcanzar objetos y ya sea arrastrándose, con el gateo clásico a cuatro patas o hacia atrás, el caso es poder alcanzarlo. Si le pones de pie o le sostienes por las axilas, le gusta botar con las "piernecitas", pero aún no le pongas a andar.
9 meses
Tu hijo puede mantenerse sentado sin peligro de caerse. Le gusta que le cojas y estira los brazos cuando estás cerca. Pude palmotear y decir adiós con la mano. Retiene un objeto en cada mano y le gusta hacerlos sonar. Ya puede coger objetos pequeños. Su vocabulario se va enriqueciendo y empieza a decir "da-da", "pa-pa" y por fin el tan esperado "ma-ma", al sentir tu emoción enseguida comprenderá la importancia de estas dos sílabas. Pero no te inquietes si no dice nada. No le hables en "lenguaje de bebés" para que te entienda mejor. Si hablas de forma sencilla y correcta, te imitará y lo ira repitiendo poco a poco. Cuanto más le hables más rápido te responderá.
Si a los 9 meses el niño no se sostiene sentado, no se interesa por mirar o tocar las cosas, o no parlotea, consulta con tu pediatra.
10 meses
Es capaz de hacer la pinza del pulgar y el índice que le permite recoger con precisión todos los objetos minúsculos que caen al suelo. Cuidado porque se lo lleva todo a la boca. Introduce los deditos en todos los agujeros que se encuentra. Tapa los enchufes.
Cogido de los barrotes de la cuna o de los muebles bajos, le encanta golpearlos con un juguete, después agotado, se deja caer sobre el trasero. Es una pausa antes de buscar nuevas aventuras. Si le escondes un juguete sabrá donde está e intentará descubrirlo, expresando una gran felicidad al encontrarlo. Si eres un público agradecido, le gustara decir adiós, enviar besos, hacer el payaso o hacer muecas. Es una etapa muy importante para su desarrollo afectivo o social.
11 meses
Despliega una gran energía y gran agilidad para desplazarse a gatas. Le gusta comer solo. Tu hijo está pasando poco a poco del estadio de bebé al de niño pequeño. Ya tiene sus propios gustos y carácter. Busca la comunicación con el adulto. Si le dices "dame" alargándole la mano, se acerca ofreciéndote lo que le pides.
12 meses
Es tu hijo quien decide cuando quiere caminar, inicialmente intentará recorrer la casa solo o con ayuda, gateando o cogiéndose a los muebles. Al final un buen día se soltará y dará sus primeros pasos. Dale confianza y anímale pero no le fuerces. El momento de caminar se produce entre los 11 y los 18 meses. No pienses nunca que va retrasado, sino que sigue su propio ritmo en función de sus aptitudes y su carácter.
Os llamará diciendo papá y mamá y entenderá muchas cosas de las que le digas. Pude introducir unos objetos dentro de otros y hacer torres simples con cubos grandes. Abre los cajones para ver lo que hay dentro.
Si a los 12 meses el niño no es capaz de sostenerse de pie asido a un mueble (aunque no camine), no busca la comunicación con el adulto o no explora nuevos juguetes, consulte con su pediatra.
14 -16 meses
Le interesan los juguetes de otros niños e intentará cogérselos. Se mira a los espejos y le hace gracia verse reflejado. Le gusta esparcir por el suelo los juguetes.
Puede señalar objetos y conoce las partes de su cuerpo. Es capaz de beber solo cogiendo una taza con las dos manos. Le gusta que le leas cuentos y señala dibujos grandes. Puede pasar paginas y es capaz de tirar la pelota.
18 meses
Le gusta jugar al escondite y sabe buscarte cuando estas escondida; ya puede quitarse alguna pieza de la ropa (los zapatos o los calcetines) y ayudarte a vestirlo. Si le das un papel grande hace garabatos con los colores vivos. Se pone de pie sin necesidad de ayuda y se agacha a coger un juguete; sube las escaleras gateando.
Si a los 18 meses aún no camina o desconoce el nombre de algún objeto o persona familiar, consulte con su pediatra.
Fuente: www.educacioninfantil.com

domingo, 27 de enero de 2013

Rabietas: entenderlas y superarlas


Todos  hemos presenciado en alguna ocasión, verdaderos ataques de rabia en algún niño. Probablemente, las pataletas son una de las características más sobresalientes en el niño de 1 a 3 años de edad. Sin embargo, pueden verse en un rango tan amplio como desde los 6 meses hasta los 6 años, incluso en muchos casos persisten en la edad del adulto.

Basta observar a una persona golpeando la máquina de los refrescos al tiempo que vocifera "se trago la moneda" para darnos cuenta de esta realidad. El origen de las rabietas guarda estrecha relación con algo que el niño no ha logrado hacer, conseguir, o expresar y que por lo tanto le crea frustraciones.

Un niño puede frustrarse porque no consiguió colocar 2 piezas de un juego juntas, o porque el adulto no entienden lo que está tratando de decir.

Niños más grandecitos pueden frustrarse cuando no les sale la tarea. Otro grupo de ellos lo hace para llamar la atención o salirse con la suya. En general, las rabietas tienden a aumentar cuando el pequeño se encuentra: cansado, hambriento o enfermo.

La frecuencia con que suceden estas pataletas es de 14% en niños de 1 año, 20% en los de 2 a 3 años y de 11% en los de 4 años. Afortunadamente, a medida que el niño madura y se desarrolla, estas rabietas disminuyen, aunque como ya se mencionó a algunos les queda este temperamento explosivo.

La aparición del lenguaje contribuye a la disminución de estos ataques, pues al poder verbalizar su frustración, el niño se descargará hablando y no a través de respuestas físicas. Es importante que los padres entiendan que las pataletas son bastantes frecuentes y si bien puede que no sean placenteras se las debe considerar como una faceta importante en el desarrollo de sus hijos, ya que si son bien llevadas les enseñarán a controlarse.

Un episodio típico comienza cuando el niño se frustra o altera si no puede hacer u obtener lo que desea, o ser disciplinado etc, a continuación, el jovencito comenzará a llorar a gritos, la intensidad irá aumentando y culminará arrojándose en el piso dándole golpes al suelo con las manos, los pies y algunos con la cabeza.

Los padres responden automáticamente con algunas respuestas como podrían ser: gritarles con rabia, disciplinarlos físicamente o entonces ignorarlos completamente.

El momento es siempre desagradable para todos, incluyendo a los ajenos, quienes comentarán en voz baja "que malcriado tienen a ese niño". A continuación se ofrecen varias alternativas para aminorar y en algunos casos controlar, las pataletas:
  • Minimiza la necesidad de decir "no", aquellos objetos que no quieres que toque, estén fuera del alcance del niño.
  • Ofrécele dos opciones para que sea él quien escoja, por ejemplo: ¿Quieres naranja o banana?
  • Aprende a distraerlo, una vez que la frustración comienza, dirige la atención del niño hacia otra actividad menos frustrante y atractiva.
  • Cuando un niño de 2 a 6 años explota en una rabieta, ignóralo, obsérvalo, pero sin prestarle atención.
  • Algunos de estos preescolares necesitarán ser abrazados fuertemente al tiempo que se les dice "trata de controlarte", con voz tranquila y firme.
  • Escoge las batallas cuidadosamente, no lo regañes por tonterías, sin embargo si se trata de situaciones que pongan en peligro la seguridad del niño debes ser firme y consistente.
  • Utiliza palabras como "estás fuera de control" o "descontrolado" no lo describas durante las rabietas como a un niño "malo" o "loco".
  • Para niños más grandecitos (5 o 6 años) establece la regla de que se quede en su cuarto hasta que recobre el control.
  • Una vez que esto suceda, el niño merecerá un abrazo y podrán hablar sobre lo sucedido, sin embargo, no debes ceder a la proposición original que desencadenó la rabieta.
  • Estos niños de temperamento explosivo, necesitan estimulación positiva, sus buenas conductas y esfuerzos por controlarse deben ser elogiados y premiados mediante abrazos y comentarios agradables que refuercen su actuación.
  • Así pues los padres deben entender que esta etapa del desarrollo en sus hijos no es fácil y requiere de comprensión y paciencia.
  • Cuando el niño haga una pataleta, no le responda con otra, por el contrario, demuéstrele control y calma.
Todos los niños son únicos y diferentes, por lo tanto, las sugerencias mencionadas puede que no se ajusten a tu realidad, sin embargo, después de leerlas entenderás mejor como enfrentar y controlar las rabietas.
Fuentes: www.educacioninfantil.com

El poder de los cuentos: como desarrollan la imaginación, la relaciones interpersonales, etc.


Cuentos, relatos y leyendas nos llevan a mundos irreales donde la tarea de educar resulta más fácil. No se trata de llegar ponerse a LEER el cuento que nos reclama el niño, sino de COMPARTIR con él un apasionante mundo de fantasía. Ver cómo expresa su angustia ante la pócima de la bruja, sus deseos de llegar al castillo antes que el dragón, sus ansias de salvar a la princesa… y finalmente la recompensa de un final feliz.
La tarea más importante y más difícil de la educación es la de ayudarlo a encontrar sentido a la vida. Son palabras de Bruno Bettelheim, educador, psicólogo infantil y autor de numerosas obras dedicadas al mundo de los cuentos. Según este autor, para obtener éxito en esta tarea educativa, es fundamental que los adultos que están en contacto más directo con el niño produzcan una firme y adecuada impresión en él y que le transmitan correctamente nuestra herencia cultural. Y la literatura infantil es la que posibilita esta labor.
Los cuentos infantiles satisfacen y enriquecen la vida interna de los niños Esto es debido a que los cuentos se desarrollan en el mismo plano en el que se encuentra el niño, en cuanto a aspectos psicológicos y emocionales se refiere. Los cuentos hablan de fuertes impulsos internos de una manera que el pequeño puede comprenderlos inconscientemente y, además, ofrecen ejemplos de soluciones, temporales o permanentes, a sus conflictos.
Este tipo de historia enriquece la vida del niño porque estimula su imaginación; lo ayuda a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones; tiene en cuenta sus preocupaciones y aspiraciones; lo ayuda a reconocer sus conflictos y le sugiere soluciones a los problemas que le inquietan.
Los cuentos aportan a la imaginación del niño nuevas dimensiones a las que le sería imposible llegar por sí solo.
El niño necesita que le demos la oportunidad de comprenderse a sí mismo en este mundo complejo al que tiene que aprender a enfrentarse. Para poder hacer esto, tenemos que ayudar al pequeño a que extraiga un sentido coherente al caos de sus sentimientos. Necesita ideas sobre cómo poner orden en su casa interior y, sobre esta base, establecer un orden en su vida en general.
Los cuentos infantiles generalmente proporcionan seguridad al niño porque le dan esperanzas respecto al futuro por cuanto mantienen la promesa de un final feliz. Según Bettelheim, estos cuentos pueden ofrecer soluciones a los conflictos del niño, ya que sus contradicciones internas son representadas y expresadas mediante los personajes y las acciones de la historia. Esta representación permite que al niño se le hagan comprensibles muchos de sus sentimientos, reacciones y actuaciones que todavía no entiende ni domina y que pueden llegar a angustiarle.
Los cuentos ayudan al niño a vencer presiones internas que lo dominan Los cuentos posibilitan que el niño exprese sus deseos a través de un personaje; obtenga una satisfacción a través de otro; se identifique con un tercero; tenga una relación ideal con un cuarto; y así sucesivamente.
El niño podrá empezar a aceptar y comprender sus ideas y sentimientos contradictorios cuando, por ejemplo, todos sus pensamientos llenos de buenos deseos se expresen a través de un hada buena; sus impulsos negativos a través de una bruja maléfica; sus miedos a través de un lobo; las exigencias de su consciencia a través de un sabio; sus celos a través de unas hermanastras crueles; etc.
Al identificarse con los diferentes personajes de los cuentos, los niños empiezan a experimentar por ellos mismos sentimientos de justicia, fidelidad, amor, valentía, etc.
Los cuentos favorecen las relaciones interpersonales. Esto sucede cuando "contamos" y no cuando "leemos" un cuento. Es preferible que contemos cuentos en vez de leérselos porque, al contarlo, nosotros podemos intervenir como narradores en la historia y el niño como oyente. Contar un cuento es un acontecimiento interpersonal en el que el adulto y el niño pueden participar por igual, por lo que fortalece el vínculo padre-hijo/educador-niño.
 Los libros de Arthur Rowshan y de Sara Cone Bryant, son muy recomendables ya que en ellos se explica la mejor manera de narrar cuentos y de inventarlos.



Los cuentos transmiten mensajes educativos. A los niños les fascina escuchar una y otra vez un relato que les gusta. Los cuentos contienen mensajes educativos y valores morales importantes y ayudan a los niños a superar las dificultades con las que se encuentran a lo largo del crecimiento. De ahí que, a veces, el niño insista en la repetición del mismo cuento, porque necesita acabar de captar el mensaje que ese cuento le transmite y la solución que ofrece a su propia problemática. Es importante repetir el mismo cuento al niño si éste nos lo pide.
Los cuentos proporcionan confianza. Algunos de los cuentos modernos tienen desenlaces tristes que, después de los hechos aterradores que se han presentado a lo largo de la historia, no proporcionan el alivio necesario al niño ni le dan la fuerza suficiente para enfrentarse con sus desventuras. Si no hay este final alentador, el pequeño, después de escuchar el relato, sentirá que no existe ninguna esperanza para solucionar sus problemas; un final feliz es imprescindible en todo cuento.
En los cuentos tradicionales, este equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal, que acaba siempre por inclinarse a favor del primero, hace surgir en el niño la esperanza de que los episodios más o menos desafortunados o desgraciados de su vida irán disminuyendo de intensidad y acabarán por desaparecer; que hallará una suerte más propicia y que, finalmente, encontrará aquella persona o cosa que lo mantendrá al abrigo de cualquier peligro. Algunos finales de cuento representan la forma más perfecta de existencia deseada por el niño: estar unido a la pareja ideal y gobernar su propia vida (casarse con el príncipe o princesa y convertirse en rey o reina).Por esta razón son tan importantes los cuentos tradicionales que tienen un desenlace feliz. Es precisamente su final feliz lo que hace de estos cuentos una narración muy adecuada para ser contada sobre todo por la noche. El final feliz ayudará al niño a dormirse apaciblemente ya que parece prometerle que el sueño que está próximo, al igual que el cuento, acabará bien.
Los cuentos están llenos de símbolos significativos. Los cuentos tienen un poder extraordinario debido precisamente a que los mensajes o principios que se desprenden están encubiertos. No debemos explicar el significado de los símbolos a los niños, se benefician de las enseñanzas del cuento de forma inconsciente y si intentamos reducir la riqueza de los símbolos a explicaciones conscientes, lo único que conseguiremos es que el relato no sea eficaz.

Fuente: www.solohijos.com 

Desarrollo del Bebé de 0-20 meses

En esta tabla podremos apreciar los principales avances que tiene el bebe en sus diferentes tipos de desarrollo: cognitivo, psico-motor, del lenguaje y social (emocional). El desarrollo rápido o lento del bebé, depende de su grado de madurez y de la estimulación que recibe, esta tabla es una estimación media del desarrollo que generalmente se da en los bebés de esta edad.


EDAD
DESARROLLO PSICOMOTOR
DESARROLLO COGNITIVO
DESARROLLO DEL LENGUAJE
DESARROLLO SOCIAL
O – 1 meses






Cabeza : levanta. Uso de reflejos: Agarre,Babinski(pies), Moro(Susto), de caminar, natación, cuello tónicoubicación.
Movimientos generalizados(no los controla) visión en blanco y negro.(preferencia visuales) audición- memoria auditiva. Gusto- preferencia de lo dulce sobre lo amargo. Olfato- discriminación olfativa. Tacto- es mas desarrollado.
Uso de reflejos (solo al principio).
Su lenguaje es el llanto (hambre, susto, dolor, coraje) va acompañado de ciertas reacciones motrices
Los infantes están listos a responder a la estimulación. Comienzan a demostrar interés y curiosidad, y sonríen con facilidad a la gente.
Confianza básica frente a desconfianza ( 0 a 18 meses)
El principal contacto físico es la alimentación la cual determina la calidad de la relación con el bebé. El interés del adulto hacia el bebé permitirá el desarrollo de la confianza básica proporcionándole seguridad y sociabilidad. Para el bebé es importante el CONTACTO.El bebé confía en sus capacidades y habilidades para interesar al adulto.
A partir del primer mes hasta el cuarto mes: reacciones circulares primarias:adaptaciones adquiridas ( los primeros conocimientos se adaptan a una situación) Sus comportamientos se centran en su propio cuerpo. Repiten comportamiento placenteros que primero se presentan al azar (como succionar). Comienzan a coordinar información sensorial y no han desarrollado el concepto de permanencia del objeto. 


2 meses



















No solo es el llanto. Arrullos y sonrisas (no risas)




3 meses







Sostienen la cabeza. Descubren sus manos. El Agarre ya no es reflejo (mas control) tomando objetos medianos. Se voltea ayudados por la cabeza. Visión: colores básicos (verde, rojo, azul y amarillo). Gusto: preferencias. Audición: buscan la fuente (familiar) ubican a sus padres. Movimientos mas controlados.

Juegan con los sonidos del lenguaje ( se divierten haciendo sonidos).
Desarrollo emocional (0-6 meses) surge el interés, la aflicción (cuando hay dolor) el disgusto (frente a un sabor u olor desagradable)
Los bebés pueden anticiparse a lo que sucede y se sientes decepcionados cuando no ocurre. Lo demuestran tornándose furiosos o actuando con cautela. Con frecuencia sonríen emiten arrullos y rien. Esta es una época de despertar social y de intercambios tempranos recíprocos entre el bebé y la persona que lo cuida.



Desarrollo emocional en los primero 6 meses: Ira, sorpresa, alegría, miedo, tristeza, timidez.






4 meses

Reacciones circulares secundarias: Interés en la manipulación de objetos (encontrados al azar) Repiten acciones que producen resultados que los atrae. ( no están dirigidos por metas) Practican el ensayo y el error con intencionalidad. En el juego del espejo el bebé piensa que es otro niño.


5 meses

Se sientan, discriminan mejor los sonidos (llaman su atención) se desplazan de una manera primitiva, se paran con apoyo; Utilizan mucho sus pies. Ven bien, buscan fuentes de sonido aunque sea nueva o diferente (ya no familiar solamente)
En el juego de las escondidas, el adulto se oculta y el bebe sonrie y rie, comienza a sentir la expectativa de lo que sucederá después.
Sonidos consonánticos (gorgojeos), se entremezclan y expresan emociones como alegría y enojo.("gggs")




Balbuceo (ga-ga/ma-ma)
Utiliza gestos para comunicarse y realiza juegos gestuales.




6 meses


El bebé sonríe ante la "llamada de alerta" del adulto antes que aparezca. (escondidas)


7 meses

Los bebés hacen "juegos sociales" y tratan de conseguir respuestas de las personas. Ellos "hablan", tocan y halagan a otros bebés para conseguir que les respondan. Expresan emociones más diferenciadas, demostrando alegría, miedo, ira y sorpresa.


8 meses

Psicomotor grueso: Gatear, constituye un impacto enorme en el ser humano porque comienza la autonomía, ayuda al desarrollo neurológico y de coordinación, socialmente elige con libertad para desplazarse a donde quiera. La estimulación al gateo es importante (coordinan esquemas cruzados è dos hemisferios cerebrales. Se sientan solos y se paran solosDan pasitos con ayuda.
Psicomotor fina: Agarreè se pasa objetos de una mano a otra, agarran y sueltan voluntariamente. Coordinan ojo-mano( mov. Voluntarios)
Subetapa de coordinación de los esquemas secundarios: Permanencia del objetoè tienen conciencia de que una persona u objeto exista aunque no esté a la vista. En el juego del espejo ya saben que son ellos mismos. El comportamiento es más deliberado y coordinan esquemas adquiridos previamente, los cuales los utilizan para lograr metas.
El bebé inicia el juego de las escondidas, habiendo una participación mas activa( se cubre, se descubre y sonrie ).





9 meses

Imitación de los sonidos del lenguaje. Comienza a entender palabras ( como no y su propio nombre)
Se relacionan muy estrechamente con la persona que mas los cuida, pueden manifestar temor a los extraños y actúan con cautela a nuevas situaciones. Hacia el año de edad comunican sus emociones con mayor claridad, demuestran variedad en sus estados de animo, ambivalencia y diferentes niveles en sus sentimientos.


10 meses



















Empieza a caminar. Psicomotricidad fina: agarre de pinza(anular y dedo gordo) que permite manipular más los objetosè su coordinación es madura. Comen solos. Aumenta la curiosidad por descubrir el mundo que les rodea.



Lenguaje expresivo: se subdivide en:Gestos socialesè como decir adiós, apuntar o dar los brazos
Discurso lingüístico: Utilizan la Holofrase (una palabra para designar varias cosas) comprende de los 10 a los 14 meses.
  


12 meses







Perfecciona su marcha, suben y bajan escalones/ jalan cosas/ se quitan las prendas
Reacciones circulares terciarias:. Principio de la casualidad(hechos que causan otros) Interés y nuevos descubrimientos. Buscan alternativas en resolución de problemas (ensayo-error)
Exploran su ambiente, si están seguros se sientes confiados para demostrar su propia valía.
Desarrollo emocional 18 a 24 meses: Empatía , desconfianza, y desconcierto


Autonomía frente a vergüenza u duda: (18 a 3 años) El niño comienza a ser autónomo y la persona que lo cuida le marca límites, cuyo papel es la seguridad y enfocados al desarrollo del autocontrol, dando a su vez alternativas: 1. Reglas simples: de seguridad y comportamiento social 2. Actitud de los padres: son los modelos a imitar (cuidar hábitos y conductas que no quieran en sus hijos), permitir que se equivoquen y tener expectativas sin esperar que sean perfectos. Promover la autoestima.
13 meses

No buscarán un objeto donde no hayan observado que alguien lo ocultó.

Gestos Representativos: señalan lo que quieren, siendo una comunicación más compleja: piden comida o agua, apuntan con el dedo.
14 meses

Gestos simbólicos: ya reconocen las imágenes guardadas en la memoria. Forman imágenes mentales ( ya no juegan con el ensayo y el error sino que lo preveen en su mente)
16 meses


Utilizan nuevas palabras ( oyen e imitan palabras). Pasan de las 50 palabras a las 400 palabras. Comprende de los 16 a los 24 meses.

18 meses
Corren, suben y bajan escaleras alternando, brincan en dos pies, se sostienen brevemente en un pie. Coordinación fina: pintan, hacen garabatos, juegan con plastilina
Combinaciones mentales: Se da el pensamiento simbólico( donde adaptan los símbolos a los objetos) la permanencia del objeto ya está desarrollada. Periodo sensitivo para imitar modelos
Su sistema de símbolos les permite comenzar a pensar acerca de los hechos y a anticiparse a sus consecuencias sin recurrir a la acción. Demuestran sus propios puntos de vista.
Primeras frases u oraciones: Lenguaje telegráfico (en su estructura van a utilizar solo lo necesario)Comprende de los 18 a los 24 meses.
Se muestran ansiosos porque comprenden cuánto pueden separarse de quien los cuida; conscientes de sus limitaciones, la manejan con la fantasía, el juego y se identifican con los adultos.

Autonomía ( 2-4 años) El negativismo se presenta como un poder personal y un ejercicio del control: descubren su autoimagen y tienen autoconciencia. La voluntad o autodeterminación está a nivel cognitivo; esta situación es buena para desarrollar la autonomía. Lo importante es no entrar a una lucha de poder ni represión, sino dar alternativas e invitarlos a participar. Supervisar sus actividades y dar el andamiaje (apoyo temporal).


Fuente: www.educacioninfantil.com